lunes, 15 de octubre de 2007

La confirmación

... y llegó el lunes.

Después del trabajo fui a comprar una prueba de embarazo a la farmacia. Muy nerviosa, no esperé a que estuviera Víctor en casa y me fui corriendo al baño con el cacharrito.

El caso es que después de esperar unos 10 minutos sin que se viera cambio alguno en la ventana de resultados, apareció una débil línea rosada... Así que lo que hasta ahora era una sensación, un sentimiento, una intuición... se convirtió en un hecho.

Pero como los seres urbanos somos desconfiados por naturaleza, decidí hacerme otra prueba a la mañana siguiente con la primera orina de la mañana, que es la que muestra resultados más claros. Y claramente dio el resultado de que estaba embarazadísima.

No hay comentarios: